Descubriendo Estonia

Alquilar un coche y buscarse la compañía es lo único imprescindible para este viaje.

En dos días nos dedicamos a descubrir la Estonia profunda, como yo le digo. 

 

Rakvere

 Un pueblo a 100km de Tallinn. Lo que más llama la atención de este pueblo es el toro gigante que hay en su entrada, en la montaña en la que se encuentran las ruinas del castillo de la ciudad. Otra cosa que hace todo aquel visitante a la ciudad es una foto con el nombre del lugar, pues las letras estan en el centro.

Peipsi Järve

 El lago más grande de Estonia compartido con el país vecino, Rusia. De lo grande que es, solamente le pertenece una miniatura, todo lo demás, para el gran país en extensión. Comenzamos la visita en Mustvee y seguimos bajando la carretera descubriendo otros pueblos que están a la orilla del lago como Raja, Kasepää, Kodavere, Kallaste y Alatskivi, entre otros. Todo ellos conservan su tradición Ortodoxa e iglesias, al igual que la separación en los cementerios.

Tartu

 Ciudad universitaria y segunda más grande del país. Esta vez entramos al bar con el techo más alto de Europa, pues está ubicado en el antiguo almacén de una fábrica de pólvora.

Poltsamaa

 Lugar en el que se reliza el "mejor" vino de Estonia y la conocida marca de zumos con el mismo nombre de la ciudad. Aquí tuvimos una cena familiar con Fausto y Nadia (ambos italianos) y luego unas horas de expansión con billares, futbolines y piscina de bolas.

Viljandi

 Ciudad de las artes y la música por excelencia en Estonia. Esta vez la vi completamente verde y con buen tiempo. Tanto fue así, que comimos en la orilla del lago (la cual la tienen como playa) e hicimos una barbacoa para celebrar el día y el buen tiempo que esperábamos con ganas.