¡Ni
de coña los echaba de menos!
Han
venido con ganas, parecen aviones, ¡se han despertado de un largo invierno con
fuerza y dispuestos a atacar a todo lo que se ponga por su camino! Y parece que
siempre me cruzo yo por su camino pues mis piernas-pies-cara-cabeza han sido
agredidas. Las piernas han acabado muy mal, llenas de bultos por las picaduras.
Aquellos que habéis visto como se me ponen en los campamentos de verano os podréis
hacer una ligera idea.
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