Este pasado fin de semana me he ido en busca de Heidi...pero no a las montañas de los Alpes, sino a la Laponia finlandesa. Concretamente a la ciudad capital de Rovaniemi. Dicem sus habitantes que los renos los superan en número pese a ser la ciudad más grande en cuanto a superficie de Europa.
Todo empezó una mañana soleada...pues si esperabáis eso os vais a decepcionar. El vuelo salía a las 6.00 am de Tallinn y llegaba a las 8.50 am y, como es de esperar durante el invierno en estos países, todo el tiempo de noche. Y, en el camino, pasé de la lluvia a la nieve.
Nada más salir...tarde como siempre...y con chaqueta amarilla...¡llegó Heidi! después de un año y medio nos volvimos a ver pero, esta vez, yo en sus tierras.
Nota importante: llevad el pasaporte pues, por 0.50€ te ponen el sello/visado como que has cruzado el Artico.
En la aldea de Santa vimos (y nos echamos fotos) renos, unicornios, como se hace un iglu, un muñeco de nieve gigante, a españoles, la oficina de Santa y las cartas que le llegan y, como no, ¡A Santa Claus! ¡A Papá Noel! También puse mi granito de arena y contribuí tejiendo la bufanda más larga del mundo que ya supera los 94m de largo.
Al llegar a la ciudad, todo estaba nevada, vi "the northest Mc Donald in the world" y llegamos a casa. Ella se fue a trabajar y yo a descansar para por la noche, ir a la "pre X-mas blue party" en la sauna.
El sábado vimos el museo Arktikum, donde hicimos adornos navideños de lana a la manera tradicional finlandesa, aprendimos un poco de la cultura Sami (los primeros habitantes europeos) y de la Historia de Rovaniemi, de la Vida en el Ártico (ahora perfectamente podría hacer una Unidad Didáctica para Observación sobre Life in the Arctic) y de las Auroras Boreales.
Por la tarde fuimos a una fiesta en la piscina organizada por el centro juvenil para los youngsters de la ciudad. Refrescos, snadwiches de Subway y Donuts gratis para todos.
Y por si fuera poco, por la noche, Heidi, Janina (la voluntaria que está alli) y yo, nos fuimos en busca de Auroras Boreales. Lamentablemente, estaba nublado, y solamente vimos el reflejo a través de una nube :(
Domingo seguimos descubriendo rinconcitos de la ciudad, así como Lordi Square. Mi viaje llegaba a su fin con una noche de hacer un muñeco de nieve a la orilla del río con Heidi. Fue un gran momento de risas y para no olvidar.
El lunes a las 8.20 (cielo negro y nevando) llegó el momento de la breve despedida, ¡pues en primavera nos volveremos a ver!
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